14 octubre 2011

Desde mi perspectiva.

En toda época, existieron los cambios y las revoluciones, pero la diferencia siempre es marcada por la cara de una mujer; en diferente cambios el carácter persuasivo   y visceral de las mujeres han dejado huellas insuperables durante décadas en nuestra historia; han sido parte del repudio de la sociedad , el maltrato y asesinato durante las guerrillas por ser las promotoras e instigadoras en contra del mal Gobierno.
La voz de las mujeres se han escuchado en reclamos para los hombres, para que pueda  acceder poco a poco en los espacios políticos y de Gobierno, aunque siempre su participación ha sido lenta.
Es indudable que el luchar por el derecho al voto ayudo y acelero su actuación en el ámbito de la política y más en los espacios donde se tomas decisiones.
Pero desde una ángulo ciudadano hay un abismo en la distancia que nos separa de los hombres en cuando a las condiciones preferenciales que ellos tienen para sobresalir en el quehacer político, siempre justificando su participación, estigmatizando a la mujer por tener carácter vulnerable y volátil, y la desconfianza para hacer las cosas correctamente, aunque propiamente no lo expresen desde bambalinas siempre existe.
Si bien he cierto que en la actualidad existen después de tanto reclamo de las mujeres programas e instituciones dedicadas para ellas, pero la perspectiva es la misma, a veces la falta de enseñanza en el seno familiar que no haya la sensibilidad para tratar a otra mujer hace que sienta reprimida y sin ganas de seguir adelante en su vida, es igual y se asemeja en la política, las mujeres son encapsulas por hombres para que existan las cúpulas o los grupos, dejando a un lado a otras mujeres que también pueden ser parte del cambio en la vida política, no podemos reservarnos a un solo partido, si no a todos los partidos políticos.
Se tiene que desterrar la idea de que somos débiles y que nuestra función principal es cuidar a la familia y tener hijos. Es deber de nosotros en la sociedad que la equidad no solo nos la dan las instituciones si no nace desde la familia desde retomar los valores , dignificación y respeto.
Es preciso que en estos tiempos en nuestra política la mujer tenga una visión diferente, que sea el reflejo de otras mujeres, podemos exigir espacios en la política, pero también tenemos que respetar a otras mujeres que tienen aspiraciones a tener un cargo político, y se hablamos de dignificar, implica el respetar sus ideas, convicciones y vida familiar.
Si de  nuestra lucha hemos logrado tener espacios de igualdad debemos apoyar por el bien de la sociedad, siendo que nosotras somos las tres cuartas partes del voto.

“A raíz del trascurso de la historia, siempre hemos visto que las mujeres poco dejan huella, sin embargo siempre se marcan la diferencia, y en Yucatán, a nivel nacional es ejemplo,   ya que contra todo los malos presagios que se han dicho, Ivonne Ortega deja en entredicho a esos hombres que le han faltado al respeto; y ella con su trabajo diario ha cambiado la política……. esa es política hecha por una mujer….”