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Por años he considerado amante de lo hermoso, las rosas siempre fueron parte de mi vida, mas allá de aquel enamorado despistado que me las dio.
Pero a traves de los años ellas siempre me acompañaron en momento de cuando el amor se metía en mi , era lo mas maravillosos que me podía suceder, pero también después de algo malo ellas aparecían para curar lo incurable, o mas bien para solicitar el perdón o disculpa de la persona que decía amarme.
La primera rosa, fue una historia la mejor de todas, mi maestro de ingles en una cita romántica, enamorado de esta loca, trataba de hacerme sentir que era su mundo, amor que duro muy poco, pues el quería un romance formal, y yo todavía iniciaba mi historia.
La segunda rosa, cual fue la mas triste, la petición de mano para casarme, la mas triste y el recuerdo de una boda que no pudo ser, por que el se decidió irse con otra a unos días de la boda.
La tercera rosa, un amor de 9 años, romance eterno pero sin final, con decisiones de ser esa mujer caminando con él, pero no junto a él.
La cuarta rosa, una amor de 13 años de matrimonio, de humillaciones, de dolor, de menosprecio, y de cada golpe que daban sus palabras una rosa aparecía para sanar lo malo que él me hacia.
Por años decidí no recibir mas rosas, hasta que alguien llego a mi vida, las rosas cambiaron cuando él, me las dio, cuando su fuerza, su apoyo, su amor se conjuntaron en pensar que no eran tan malas recibirlas.
Sin embargo
No me gustan las rosas rojas... pero los girasoles si. ellos me dieron luz en el cambio de mi vida.
