PEGAME PERO NO ME DEJES

“Pégame péro no me dejes… el amor mata… si me pega es por que el me ama… yo no podría vivir sin el… no tengo vida si no estoy  con el, sus golpes son tan solo parte de nuestra vida.”


Los esquemas de la mujer siempre ha sido un reto , por eso nos llaman un genero complicado, y volátil.  Dia con dia se crean instituciones, asociaciones para ayudar a la mujer y enseñarles que deben dejar de ser ese genero débil ante el sexo masculino, y atraves de infinitos mecanismos talleres, platicas,  terapias psicológicas donde se les enseña que los golpes no son la mejor manera como se demuestra el amor.
De acuerdo con toda esta perspectiva notamos  que del 100% de las mujeres, el 80 % encuentran en actitud para cambiar la situación de agresión y maltrato en el  hogar, el 10% le cuesta trabajo aceptar dichos tratamiento para ayudarse, pero el otro 10% son las que se rehúsa rotundamente a cambiar el modo de vida que lleva dentro del hogar, golpes, maltrato físico y verbal.
Podrían decir que es un mentira, que nadie le gustaría tener junto a ella un hombre que la golpee y la maltrate, sin embargo en varias comunidades, poblaciones o en la ciudad encontramos a ese 10% que subsiste en el hogar a pesar de que las maltratan constantemente física o verbal, su modo de vida  para ellas es una costumbre.  “ el trato inrespetuoso que tiene su pareja con ellas , (incluso con los hijos) , al degradarla, humillarla, lo ven como algo normal, no están acostumbradas a que las traten con respeto, esto se puede decir que existe una sintomatología de cadena familiar, ya que siempre lo ha sentido en todo momento durante su vida.
¿Pero que pasa con ellas que su sentimientos en decir yo lo amo aunque me pegue?
Algunas mujeres son temerosas a seguir adelante sin su agresor, ya que su codependencia no solamente es sentimental es económica, aunada que si tienen hijos, se les hace mas fácil aguantar los golpes por dinero, o en su caso es incapaz a subsistir por ella misma.
A menudo los mecanismos implementados para ayudar a este tipo de mujeres que se niegan a dejar el síndrome de Estocolmo, hace que sean mas incapaces para dejar a su agresor, la familia se basa meramente en supuestos diciéndole que lo haga –“ por sus hijos” a sabiendas que mantiene la puerta a codependencia de hacer las cosas por otras personas.
Muchas de estas sufren en silencio ya que su miedo es mas bien en temor a dejar lo que se adquirido, en plano económico,  se alimenta de  varios factores su odio en contra del agresor, pensar que no es buena en lo que hace, echarse la culpa por no hacer las cosas.
“me cuesta trabajo pero siento que para mi, no es fácil comenzar de nuevo, soy una tonta, no quiero continuar me siento cansada, de tanto que me dicen, las palabras se las lleva el tiempo pero cada golpe que me da, ya no puedo ocultarlo, mis hijos se dan cuenta, y dicen que por que me dejo pegar.. no quiero que mi hija sufra lo mismo que yo ¿ que hago?........ “
“Cuando escuches a una amiga, a una conocida o a cualquier mujer , no hables, escuchala, ella tiene la respuesta, brindale esa confianza, cariño, afecto, NO la presiones a que deje de ser victima, No les heches el chorro de los anuncios de No al Maltrato, dale un momento donde te platique, pidele que te enseñe algo bueno, dile que la Necesitas, que necesitas de sus consejos, de su cariño que sin ella te perderías en este mundo de fieras..” 
Es preciso que cambien su co-depedencia  a su agresor implementando,  mecanismos de fortaleza que alimenten su ego en ellas, romperíamos los esquemas para que ellas mismas puedan adquirir confianza para dejar poco a poco a su agresor.
Para este 10% de mujeres es muy difícil poder decir No al matrato pero nosotros como parte de esta sociedad debemos brindarles una mano amiga.