26 agosto 2011

HAY QUE APRENDER A ESCUCHAR A LAS MUJERES

En la actualidad México, se ha convertido en la cuna de los derechos humanos, es bien sabido, que se han avocado a restituir la dignidad de las mujeres, sin embargo muchas des instituciones dedicadas a defender los derechos de las mujeres tiene una visión muy clara para apoyar a los problemas de la mujer, sin embargo algo falla en su sistema del apoyo a las mujeres.

Una respuesta se diría que se le da nombramientos a personas con falta de calidad humana, si, efectivamente son personas que tienen un grado de estudio académico excelente, pero con una pobre calidad humana, que solo ocupan una silla a la cabeza de la institución teniendo poco compromiso con las mujeres, si bien algunas manifiestan que no tienen una bola cristal para estar atendiendo a las miles de mujeres para que no le sucedan agresiones de su pareja, amigos, novios, o vecinos, es preciso decirle que no es tener una bola cristal si no un buen equipo de trabajo y diseñar programas para ayudar a las mujeres, diseñar mecanismos para que sean vínculos para una atención efectiva y tenaz.

“Llegue a la oficina solicitando apoyo, mari me conversa, hasta ahorita no he tenido un resultado, licenciada que hago, mi esposo sigue engañándome, ultrajándome, y rechazándome de la manera más baja y ruin,….. sé que divorciarme sería complicado, pero no hay maneras de que yo me pudiera divorciar sin verlo”

Pensando en el caso muy sonado aquí en la ciudad de Mérida,  el homicidio y suicidio de una mujer y sus cuatro hijos hace unos meses, me tome la tarea de checarlo y me comentaron lo siguiente:   se hicieron más de tres denuncias, se le llevaron a las autoridades, hubieron apoyo de asociaciones civiles de apoyar a esta mujer, se documento acreditando el maltrato de esta mujer, pero nadie la escucho, nadie se tomo tan solo  30 minutos de su tiempo para analizar estos documentación, y ese y el resultado fue su homicidio.

Hay mujeres que gritan ayuda, asi que verificando dicha situación, En la platica con esta mujer me puse a pensar si era verdad lo que me platicaba y me vestí como una ciudadana cualquiera y me fui a estas instituciones aquí en la ciudad de Mérida, para solicitar apoyo.
“Eran las ocho de la mañana, Sali temprano para que me pudieran atender temprano, llegue a las oficinas de Equidad y Genero ubicadas en el centro de la ciudad, me senté y pedí que me atendiera alguien que tenía un problema con mi esposo, la señorita muy amable que llegaba apurada me dijo que en un momentito me atendían, me anduve por la salita, y me leí toda la publicidad, Salí y me tome un refresquito tenía hambre, me acerque y le pedí que si me podía atender, me dijo con una sonrisa que si en un momento, la mire, solo escribía en su celular, prendía su computadora, y se reía de lo que decía en la pantalla de su computadora, ya para 45 minutos, su compañera se acerco y le dijo, se va atender a alguien, y me paso, le dije a la licenciada todo lo que me sucedía mi esposo me maltrataba, me gritaba, me pegaba, me dijo que si traía los papeles, le dije que no, me dijo que yo regresara en una semana con los papeles, me aconsejo que si volvía a pegarme llamara a la policía, me tomo mis datos y me dio un papelito con un numerito al reverso con el logo de la institución,  a lo ultimo me dijo que yo no me dejara de que me pegue mi esposo,  le confié que él lo hacía desde hace varios años, que a mis hijos le hacia lo mismo, me recalco que cuando sucediera esto que yo llamara a la policía, yo la mire y le dije licenciada es todo. Ella me dijo si la otra semana venga con sus papeles y empezamos el trámite del divorcio……..me retire,  y me senté en la salita de espera, nunca me escucho, no me resolvió que voy hacer, no me dio alternativas, solo me dio mas preguntas, si no tengo teléfono, ¿cómo llamo a la policía?, mi hijos todavía son pequeños ellos saben que es normal que me peguen, que les digo porque su papá es así. Si me divorcio a donde me voy a ir con mis hijos, no tengo familia,  no cuento con trabajo, y en mi cabeza digo, no me dio alternativas………”

Analizando dicha situación me di cuenta que la licenciada que me atendió jamás me escucho, el escuchar implica tomar en cuenta, todo lo que te dicen, analizar con criterio y tratar de que la persona te diga mas allá del problema real que tiene, muchas de las mujeres no son capaces de decir realmente lo que pasa, porque si vienen con problemas matrimoniales, con agresión, son personas demasiados inseguras, que no son capaces de decir su propia verdad.

Es preciso que no dejemos pasar dichos casos, y tomar en cuenta todo lo que te dice, tener amplio criterio cuando es verdad y cuando es mentira, a veces las mujeres cambian la realidad, así como hay mujeres buenas, hay mujeres malas, que hay mujeres con problemas, hay mujeres que solo buscan un poco de atención.
Solo me resta precisar que nuestras instituciones deben llenarse de calidad humana, predicar con el ejemplo es lo que hace a la institución una mejor opción de ayuda.


Esto es dedicada a las mujeres que toman en cuenta esos gritos desesperados de las mujeres, escuchar no cuesta, salvar una vida, y darle alternativas son su mayor reto.  
Nunca eches en saco roto lo que te dice., siempre hay alternativas de vida. (MUJER.AC.)