La anécdota del día es
sentirte que todo lo que haces diariamente es satisfactorio, pero la realidad
es más cruda que la idealización en los medios de comunicaciones, y en las propias casas de las mujeres.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhyIq3EQtmBnuLl9VX470yz4UXfbI1atN0O-KmK6MqTPABBqBq1-vdcfWw2YEGjAhqHZVBrDZ8ms9Ab3GtYVTfpdTjhsrew95tn0zMKBBR1V-V4EuvTZGLfHSqdiH6B8NpnLktMicWotSiM/s1600/IMG-20140319-WA0006.jpg)
He
vivido lo que muchos dicen que no es verdad,
lo curioso es conocer que otras mujeres también han vivido lo mismo, la
violencia domestica no es solo un golpe en el rostro o en el cuerpo, si no
muchas veces es el golpe a través de las palabras, aun en nuestra casas vemos
esos reflejos de encontrar a ese hombre que dice que “la mujer es la que debe
planchar, levantarse y servir la comida al hermano, padre, novio, o esposo”,
todavía hay hombres que dicen que si la mujer sale a trabajar por la noche
solamente utilizan una palabra despectiva hacia ellas, sin embargo aun vemos
que pocos son los hombres que realizan las tareas cotidianas de la casa. Al
platicarles esto me encantaría decirles que no son siempre ellos los culpables,
lo curioso es que muchos de ellos son el
molde de nosotros como madres, me cuentan una de mis compañeras que su esposo
todavía obliga a su hija a plancharle la camisa de sus hermano, pero la
singular actitud es que su madre asi lo acostumbro al grado de solucionarle
todos sus problemas domésticos. Y otra compañera que por el simple hecho de su
esposo le cuidara a su hija se cobraba con el producto de su trabajo porque el
solo
no podía con el gasto y si sale a trabajar en las noches es justo que ella
pague su servicio de él. No me extraña
que la actitud de los hombres sean un reflejo de nuestras herencia materna a lo
largo de los años, y que muchas mamás sigamos ese ejemplo de las abuelas aun
esta época actual.
Si bien las cosas cambian las actitudes
cambian, porque no cambian nuestra forma de educar, aun me encuentro con
hombres que se asombran que ven con desencanto que existan mujeres en los cuerpos policiacos,
seguridad privada, manejar un grupo operativo o táctico no es exclusivo del sexo
masculino, y ser seguridad privada
tampoco, creo que somos entes racionales
y que el cuerpo es difiere en algunas cosas, pero podemos hacer lo mismo que un
hombre, el portar un uniforme no es indicativo que seamos mujeres con cascos
sueltos, sexo servidoras para no decir malas palabras, ni tampoco mujeres
des obligadas de nuestros hijos y de nuestros esposos, al contrario, muchas
mujeres tienen el doble de trabajo, porque aun cuando terminan su turno sigues
con la tarea de trabajar en casa educando, limpiando, y atendiendo a la
familia. Puedo decir que es inaceptable esa etiqueta que dejan en nuestra personalidad,
si bien es cierto que no todas las mujeres somos iguales, también deben los
hombres dejar de poner esa etiqueta por no conocer la realidad de cada una de
ellas.
Por favor si portar pantalón,
camisa táctica, saber de seguridad, primeros auxilios, y saber lo mismo que un
equipo operativo o táctico, somos
mujeres MERECEMOS RESPETO, el mismo
que tiene una mujer que viste falda y está sentada en una oficina, nuestros
trabajos son iguales la diferencia lo hace la actitud del hombre.
Asi que esta semblanza es con
dedicación a todas mis compañeras, y a esos hombres siempre con la sonrisa les
diré “no existe diferencia, solo en su cabeza llena de testosterona”