Son como ovejas, que van en manada hacia el camino que se les ha marcado previamente. Y ni se les ocurre que pueden cambiar. Incluso si les propones un cambio se sobresaltan y te miran como si no fueras "normal".Y si nos centramos en nuestra sociedad llena de "fechas señaladas", cada una de las cuales lleva implícita una acción consumista, la persona que no esté de acuerdo con ello puede que se sienta de lo más incomprendida.
Me gustaria creer que puedo aportar mi granito de arena para ayudar a la gente a pensar, a hacerse preguntas, a replantearse muchos aspectos de sus vidas, a redefinir sus caminos y sus objetivos, su manera de funcionar y de vivir.Siempre insisto en que la conciencia es la llave maestra. Es el requisito indispensable para cualquier cambio. Cuando miramos hacia nuestro interior y tomamos conciencia es cuando nos damos cuenta de lo que hay y sobre todo, de que PODEMOS ELEGIR.
Podemos elegir seguir lo que está establecido, pero también podemos elegir no hacerlo, y sentir que es igualmente correcto.Y me gustaria pensar que cuando ELEGIMOS, lo hacemos después de haber PENSADO, después de haber reflexionado sobre las opciones que tenemos. Después de haber RAZONADO el por qué de nuestra decisión.
Te propongo un ejercicio muy simple, cada vez que hagas algo en tu vida, pregúntate estas dos cuestiones: ¿Por qué hago ésto?
¿Por qué lo hago así?Al responderte te darás cuenta de si lo haces por alguna razón importante para ti o si lo estás haciendo por los demás. En éste último caso, te animo a que experimentes qué es lo que pasa cuando haces lo que sientes de verdad, más allá de lo que que se espere de ti...
Por: silvia cognost
Enviado desde mi Blackberry® 3G de Iusacell.