Justicia para Karina. No más Violencia contra las Mujeres
El
17 de octubre del año 2011, Karina Sepúlveda mató de un disparo en la
cabeza a su conviviente y padre de sus tres hijos. Agresor que por 18
años abusó de ella psicológica, física, económica y sexualmente. Karina
lleva más de un año recluida en la cárcel de San Miguel, mientras dura
su juicio, por ser considerada un peligro para la sociedad.
La
primera semana de enero se realizará el juicio oral, donde se conocerá
la pena que recibirá Karina por su crimen: matar a quien la torturó
sistemáticamente y en muchas ocasiones la tuvo al borde de la muerte.
El
proceso para llegar al juicio no ha estado exento de lo que muchas
mujeres viven cuando denuncian a sus agresores: revictimización del
Estado chileno -a través de funcionarios o agentes- a mujeres que han
sido o están siendo víctimas de violencia de pareja.
El
Fiscal que lleva la causa (Luis Vergara de la Fiscalía de Puente Alto),
ha negado recurrentemente, incluso logrando cambiar declaraciones de
médicos e hijos, que Karina fue víctima de violencia doméstica. Es
decir, en su rol de persecutor del crimen cometido por Karina, viola a
través de su negación absurda, el derecho de Karina a ser reconocida y
reparada como víctima de violencia y junto con ello el acceso a la
Justicia que le corresponde.
El
Estado de Chile ha firmado y ratificado Convenciones internacionales
que lo comprometen a garantizar un trato no discriminatorio contra las
mujeres en su actuar. La Convención Sobre la Eliminación de Todas las
Formas de Discriminación Contra la Mujer (CEDAW) así lo indica. Por otro
lado, el Estado Chileno a través de la Convención Interamericana para
Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres,
Convención Belem Do Pará, debe garantizar en todas las chilenas, el "derecho
al reconocimiento, goce, ejercicio y protección de todos los derechos
humanos y a las libertades consagradas por los instrumentos regionales e
internacionales sobre derechos humanos". Asimismo, exige a los Estados
"abstenerse de cualquier acción o práctica de violencia contra la mujer y
velar porque las autoridades, sus funcionarios, personal y agentes e
instituciones se comporten de conformidad con esta obligación".
El
que un agente de Estado chileno se niegue a reconocer que Karina fue
víctima de violencia doméstica, arriesga al Estado de Chile a ser
llevado a instancias de Justicia Internacional como la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, como ha ocurrido con otras mujeres
en Chile: Karen Atala y Gabriela Blas.
Las preguntas obvias son: ¿el
obstinado Fiscal insistirá a través de su acto persecutor del crimen
cometido por Karina, negar la violencia sistemática y en múltiples
formas que ella vivió y que hoy recuerda mirando las 64 cicatrices
visibles que su agresor le dejó? Suponiendo que no le importa revictimizar a Karina en su actuar, ¿comprenderá que esto puede llevar al Estado Chileno a una situación más que incómoda frente a la Justicia Internacional?"
Si
estás de acuerdo con apoyar para que el Estado chileno reconozca que
Karina fue víctima de violencia física, psicológica, sexual y económica,
apóyala con tu firma aquí
Observatorio de Género y Equidad
Corporación Humanas
Ayudemos a Karina Sepulpeda por sus hijos, por su libertad.
fuente:www.observatoriogeneroyliderazgo.com