En la evolución de la vida siempre los seres humanos anteponen la
idea de seguir la misma línea en donde fueron creados, como es en el seno
familiar, muchos de los jóvenes, se sienten que son parte de la generación
tecnológica pero mas aun de la generación de no seguir la imagen de los padres
que lo criaron, si bien he cierto, el cambio se da sujeto a una educación
simultanea de valores de una televisión y redes sociales muchas veces
tergiversados, en otras con conciencia y con fundamentos para que no sean un
espejo de los que los enseñaron a caminar.
Quien no escucho de los padres alguna vez "si te portas mal
te va a llevar el policía" haciendonos presos de un miedo al ver un policía, que si en un momento en tu niñez deseabas ser policía las frases de
los padres incitaban al desencanto total, y solo en los oídos siempre existía para ser un mejor ciudadano tenias que ser licenciado, ese era lo mejor por que
ellos querían que tu siguieras los mismo pasos a costa de todo.
En muchas generaciones de jóvenes la palabra "no quiero ser
como mi padre o mi madre" es lo que se escucha, porque quieren romper ese círculo
de violencia, alcoholismo, mal ejemplo por parte de ellos, sin embargo muchos
de ellos siempre caen en la misma problemática, los cambios en generaciones dan
una realidad distinta, los cambios de la formación de los hijos conllevan a que
os propios jóvenes en habitad cotidiano asuman la misma identidad de sus
padres, pero propiamente no admiten que lo son, por que son cambios
generacionales.
La densa población hace que las mujeres sean vulnerables, porque
quieren serlo, jóvenes emplean a no
tener sentimientos, optan por el licor, el tabaco, para sentirse
satisfechas, y para no parecerse a su madre que era una sumisa, dejando a tras
la cordura y el respeto que debe tenerse
como ser humano, el decir "a mí no me va a suceder como le sucedió a mi
madre" no es precisamente una reflexión para estos tiempos, la trasformación de la época, hacen que nunca
sepas ¿cuándo? , ¿Cómo?, y ¿Dónde? Pueda
ocurrirte lo que a tu madre le sucedió, la violencia doméstica, es parte del
ahora y del mañana por que aun nuestro forma de participar sigue siendo la
misma.
Quien peca mas, el que te enseña o el que te sigue haciendo ejerciéndolo,
no se podría decir quien a ciencia cierta porque es parte de nuestra propia educación.
Como jóvenes podemos disuadir de nuestras pretensiones y de
nuestra propia egolatría para decir que no somos como nuestros padres, sin
embargo inconscientemente siempre tomamos el timón de ellos al tener la misma
actitud, la violencia no sola es propia del hombre, parte de ella actualmente
es ejercida por las mujeres, alegando la libertad de género, pero eso no es
libertad cuando ejerces violencia contra otros, si no es ignorancia.
En el ámbito de nuestra realidad la mujer, hombre no difieren del apercimiento
de violencia, nos quejamos que lo anterior es lo peor que vivieron nuestros
padres, pero no nos damos cuenta que dejamos atrás esos valores que las
anteriores generaciones fomentaban,
Nunca debes decir NO QUIERO SER COMO MIS PADRES, simplemente
admitir y decir QUE PODEMOS SER MEJORES QUE NUESTROS PADRES.
Fomentar el respeto, la integridad atravesó de nuestras acciones,
el mundo está en guerra sí, pero es el mundo, los demás, no entregues a tu
familia a la guerra, esa guerra de la
violencia doméstica, como humano eres ingenioso que puedes crear
miles de estrategias para luchar encontrar de los golpes, agresiones verbales
que ejecutas y que ejecutan los demás.
Nuestro ejemplo siempre arrasa, construye tu familia
lejos de la violencia doméstica, tu eres el padre del futuro.